El agua de lluvia es una fuente gratuita de agua relativamente limpia que puede usarse para: riego de jardines, descarga de inodoros, lavandería, refrigeración y calefacción, uso higiénico e incluso, con la precaución necesaria, para consumo potable (Rahman, 2019).
Respecto a la calidad del agua lluvia, se considera que, aunque carece de sólidos disueltos, contiene gases disueltos como óxidos de carbono, nitrógeno y azufre que le aportan un pH de 5.0-5.5. Mientras que, si se trata de lluvia ácida, contiene elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico que le confieren un pH de 4.0, diez veces más ácido que la lluvia normal. Carece de alcalinidad, tiene bajo contenido de minerales. En las zonas costeras puede contener hasta 15 mg/L de cloruro de sodio procedente de la niebla del mar (Brandt, 2017).
Cabe destacar que, el sistema de recolección siendo un techo u otra superficie pavimentada, puede alterar la calidad del agua, particularmente en la primera cosecha después de un período seco, debido a la presencia de hojas, insectos o heces de aves que se depositen en la superficie. Y en ubicaciones costeras, también puede encontrarse depósitos de sal de la niebla del mar. Sin embargo, esta primera cosecha que equivale a 0,5 – 2 L/m2 de área de recolección, puede usarse para fines de jardinería o descarga de inodoros (Brandt, 2017).
Figura: Usos domésticos del agua. Fuente: Water research foundation, Residential End Uses of Water, Version 2: Executive Report, 2016
El consumo de agua residencial puede oscilar entre 120 y 600 litros por persona por día, dependiendo de variables como el nivel de vida, la eficiencia de uso de agua de los electrodomésticos y el mantenimiento para evitar fugas en el sistema de distribución (Exall, 2012). De acuerdo con EPM, una persona puede consumir en promedio 3.8 metros cúbicos de agua al mes (127 L/ día), por lo que, en una familia de 4 personas, el consumo promedio mensual es de 15.4 metros cúbicos de agua (513 L/día). Este consumo representa en gran medida actividades como ducharse, cepillarse los dientes o vaciar el baño y lavado de ropa.
Así, el uso de agua de lluvia puede desempeñar un papel importante en la sostenibilidad del agua al reducir la presión sobre el suministro de agua potable, ya que hay muchas actividades que no requieren agua con esta calidad. De esta manera, se ha demostrado que empleando agua lluvia, se puede ahorrar alrededor del 40% de agua potable en un edificio residencial, mientras que, en una oficina u edificio con fines no domésticos, se alcanza alrededor un 87% en ahorro en agua potable (Rahman, 2019).
El término «cosecha de agua de lluvia» se refiere a la recolección de precipitación que se escurre de las superficies del techo hacia cisternas u otros recipientes de almacenamiento. Es una práctica comúnmente usada en Alemania, Dinamarca, India, Japón y Australia.
Fuente: depositosdeagua.top
Aunque el agua lluvia puede tratarse hasta obtener calidad potable y usarse para beber y preparar alimentos, se usa comúnmente para aplicaciones no potables. Esto debido a la variabilidad en las precipitaciones a lo largo del año, lo que resulta en la necesidad de grandes contenedores de almacenamiento y una fuente de agua de reposición para períodos de poca o ninguna precipitación. Por lo tanto, un sistema de captación en el que no se busque potabilizar, pero que se implemente con un adecuado análisis y diseño económico, permite la optimización de costos y mitigación de limitaciones. Además de que entre sus componentes, el tanque de almacenamiento que es el que más influye en el costo total de instalación, requiere un adecuado dimensionamiento.
De acuerdo con el IDEAM, la cantidad de agua lluvia al año en la ciudad de Medellín, se encuentra alrededor de 1500 mm, es decir 1500 litros de agua por metro cuadrado de superficie. Si se tiene un techo de 100 m2, quiere decir que al año se pueden recoger 150 000 L de agua lluvia en esta ciudad. Sin embargo, para tener datos más exactos se debería emplear un pluviómetro para medir específicamente en la zona de ubicación de la casa/techo la cantidad de precipitación que cae al año.
Referencias